8/11/17

Dormir sobre el Agua

Algo que llevaba tiempo esperando hacer un día era dormir en una casa flotante de un lago. Y al fin lo logré!.
Salir de Makassar en transporte público se puede hacer bastante dificultoso si el destino no es muy demandado. Desde la Terminal Daya, cerca del aeropuerto, salen algunas guaguas y automóviles a diferentes lugares del Norte de la isla, no tienen hora fija pues hay que esperar que se llenen, y pueden retrasarse bastantes horas!. 
Mi siguiente destino, Sengkang, se encuentra a 5h. por unas carreteras en mal estado que atraviesa el centro-sur y que las hace lenta de conducir. Así que, tras dos horas de espera que se llenara el único vehículo del día (80.000Rp./compartido) que se dirigía hasta allí, pudimos salir, llegando un poco más de las dos de la tarde. 
Me hospedé en el hotel Al Salam, un vetusto hotel a orillas del río Walanae que tuvo que tener sus gloriosos días antaño, para a pasar la noche y así a la mañana siguiente poder dirigirme en canoa a motor al Lago Tempe (Danau Tempe) donde viven en casas flotantes una gran comunidad de bugis, que se dedican principalmente a la pesca y el cultivo de sus hortalizas que luego venden en el mercado. 
En Sulawesi existen 4 etnias diferentes: los Makassar que viven en la capital (anteriormente llamada Ujung Pandang), los Mandaris y los Bugis ocupando el S. de la isla, conocidos por sus trabajos artesanos de embarcaciones tradicionales (pinisis) y por ser muy buenos marineros, y los Torajas algo más al N., quienes continúan con sus costumbres y arquitectura ancestral.
En el lago, al menos una familia alquila un hueco en su casa particular por 150.000 Rp. la noche, incluido tres comidas, al que hay que sumar el transporte en canoa que cuesta otros 150.000 Rp. por trayecto. El precio para todos los turistas ya lo tienen estipulado. Quien se quiera quedarse debe de pagar ese coste.
Agus, el joven que trabaja en la recepción del hotel me buscó un individuo con canoa para que me llevara hasta allí. Quedamos incluir en el precio un pequeño paseo por el lago visitando las aldeas Batu Batu y Salotangah donde me iba a quedar a dormir, y a los pescadores en sus largas canoas (katinting) mitad del lago trabajando de manera tradicional con sus primitivas redes artesanales.
Los diversos asentamiento de casas de madera que pueblan la orilla a ambos lados del río por los que íbamos pasando se caracterizan por estar "colgados" sobre largos puntales, que aseguran que si sube el nivel del río éstas no se inundan, pudiendo igualmente observar la actividad de los residentes muy relajada realizando sus tareas diarias, hasta que se alcanza el lago (aprox. 5-7 Kms. /13.000 ha., según las lluvias) una vez pasado hermosos paisajes naturales. En este lago desembocan dos ríos, el Walannae y el Bila. 
Dicen que sus antepasados se establecieron en el S. de Sulawesi probablemente a mediado o finales del segundo milenio antes de CristoLos geólogos creen que el lago fue una vez un golfo entre el sur de la tierra Toraja y el sur de Sulawesi. A medida que las tierras se fusionaron, el golfo desapareció, y se cree que el lago finalmente desaparecerá.
La manera de pescar de los habitantes del lago es muy particular. Lo hacen desde sus canoas con una especie de polea artesanal: a varios postes de bambú atan la red. Solo tienen que descenderla para que la red se hunda y esperar que pasen sobre ella los peces. Otra manera es mediante plantas acuáticas sumergidas y apoyadas por postes de bambú entrecruzados (bungka toddo) que hacen de red o de pecera donde los crían. Y otra más relajada es con caña de pescar incluso desde sus viviendas.
También las aves disfrutan de la pesca maniobrando rápidamente desde el cielo azul, que me tocó disfrutar, para atrapar algún pez con su pico.
La tranquilidad del lugar se ve interrumpida en ocasiones por el sonido de los motores de las canoas de los pescadores que van de un lado a otro en busca de más capturas, o de las canoas-taxis que llevan incluso a los niños a las escuelas. Lo emocionante de quedarme en esta casa es que según sople el viento ésta se mueve de posición produciendo diversos cambios de perspectivas. Desde jardines de plantas acuáticas flotantes (Nymphaea,  Nelumbo o Jacinto de Agua)  arrastrados igualmente por el viento, montañas, llanuras, humedales o las viviendas de los vecinos cercanos. El entorno "se mueve por el viento"!. La avifauna en época de migraciones es magnífica. 
Todo se hace en la casa y en muy contadas ocasiones bajan a tierra firme. Los hombres salen a pescar de una forma muy particular con sus canoas y sus redes colgantes y regresan por la tarde. Las mujeres llevan a los niños a la escuela, venden la pesca en el mercado y preparan la comida. 
Estas casas de madera construidas sobre largas varas de bambú y enlazadas con cuerdas tienen techo de metal corrugado están divididas en varias estancias según su tamaño y miembros. Algunas familias se encuentran juntas en varias viviendas pegadas unas a otras. La cocina está a un extremo, con su fogón de gas o de madera, uno o dos compartimentos donde se encuentran las colchonetas de algodón y guardan sus pocas pertenencias, una sala grande donde se sientan a comer o resguardarse del sol al igual que en el exterior, donde hay amplias zonas para sentarse, trabajar o secar el pescado capturado. Un pequeño habitáculo con cortina hace de retrete, que no es otra cosa que un agujero con caída al lago, evidentemente. Comidita pa'los peces!
Hay otras pequeñas casas dispersas por el lago utilizada por algunos pescadores para guardar sus pertrechos de pesca, y en ocasiones es utilizado por alguna visita familiar.
Como el lago es tan vasto durante el ciclo estacional de mucha agua o los movimiento de los bancos de peces los habitantes transportan sus casas, que suelen estar algo cerca de las orillas, pero cuando baja el nivel tienen que moverse al centro, disminuyendo la actividad pesquera y convirtiéndose los pescadores mientras tanto en agricultores. La mayoría de los habitantes que viven en el lago lo hacen porque no pueden permitirse comprar tierras y también porque pueden así ahorrar dinero viviendo cerca de su trabajo. 
La noche es excelente para sentarse varias horas y oír el sonido del agua chocar con la base de bambú de la casa. No hay mucha profundidad, por lo que los baños no son peligrosos para los que no sepan nadar.
La vuelta igualmente la hice con la misma embarcación y me dejó en la orilla junto a la Terminal de transporte, frente al mercado. Nuevamente, a esperar que se llene el vehículo que le toca por turno salir, y si no se llena completamente no sale, a no ser que entre todos paguen todos los asientos. Y esta vez tardó solamente una hora en llenarse. 
Continuando la carretera dirección N., ésta pasa por Palopo (más de 4h. desde que salí), una ciudad costera en el golfo de Boni. En su Terminal de taxis compartidos subí a otro que asciende por estrechas carreteras a través de montes y campos de arroz ya irrigados que reflejan oscuras nubes que advierten algún chaparrón en cualquier momento, y donde destacan los llamativos techos puntiagudos de las viviendas tradicionales de los Torajas, hasta Rantepao (2h.), donde me encuentro ahora, en el hostal Wisma Maria (170.000 Rp., cama doble y con desayuno), muy céntrico en esta pequeña ciudad en medio de hermosas montañas.
El hostal está lleno de indonesios que han venido de otras islas para asistir a diferentes funerales. Como no tenían donde quedarse a dormir en los pueblos de sus familias han optado por alquilar aquí algunas de las habitaciones y hospedarse durante los días que van a durar los actos.
Y yo esperando poder asistir a algún funeral tradicional que, aunque por estas fechas no son tan habituales ya que suelen celebrarse mayoritariamente entre julio y septiembre, seguro que algún guía me localiza por la calle y me ofrece sus servicios para asistir a alguno que él tenga conocimiento. Suele ser lo más habitual que suceda. 
Mientras tanto pensaré que tipo de visita voy a realizar por los poblados de los alrededores, ya que quiero hacer varios días de caminata por los senderos que cruzan los poblados y quedarme a dormir en casas particulares.
Aquí hay mucho que ver!.