29/11/17

Borneo Indonesio

Concluida la primera etapa de este viaje, toca cambiar de isla. Desde Manado un avión de la Cía. Lion Air me llevó hasta Balikpapan (70min.) en Kalimatan, isla Borneo.
Borneo está compartido administrativamente por 3 países: Malasia,  Brunei Indonesia (Kalimantan). La parte indonesia que quiero visitar corresponde desde el  NorEste hasta el Sur de la isla.
Por falta de tiempo, ya que solo el moverme con tanta lentitud en guaguas por Sulawesi me ha hecho perder varios días, y lo mismo me podrá suceder en Kalimantan, he tenido que descartar islas Derawan que tenía planeado para realizar unas inmersiones en sus corales y comenzar esta segunda parte del viaje varios cientos de kilómetros más al Sur, por el  Parque Nacional Kutai (Taman Nasional Kutai) para observar a los Orangutanes  de Borneo  (Pongo Pygmaeus) y otras especies de animales y aves que allí habitan.
Junto a mí, en el avión, se sentó una pareja joven de Samarinda, mi siguiente ciudad de paso, que además de darme algo de info sobre su localidad me llevaron en su coche, que tenían en el parking del aeropuerto, hasta la Terminal Batu Ampar (aprox. 15kms. del centro de la ciudad), donde salen las guaguas hacia el N., dirección Samarinda (4h.) o hacia Sangatta (7h.) la ciudad más cercana al Parque Nacional Kutai, mi siguiente destino.
Como el trayecto en guagua desde Balikpapan hasta el Parque es posible que durara más de 8h. he preferido parar en Samarinda y descansar, ya que me había levantado muy temprano para ir al aeropuerto de Manado (el avión salía a las 06:45). Tenía otra opción de vuelo, directo, a mitad de precio pero llegaba a Balikpapan atardeciendo, teniendo que hacer noche allí. Aunque más tarde me enteraría que hay una compañía de microbuses que va desde el mismo aeropuerto al centro de Samarinda.
La guagua tardó dos horas en hacer el trayecto hasta la Terminal Sur de Samarinda, y desde allí tuve que coger un Ojek hasta el hostal donde me iba a quedar (Kost Samarinda (100.000 Rp./climatizado y baño compartido), situado entre el río Mahakan  y Pasar Pagi (el Mercado de la mañana), principal lugar de concentración de los Angkor  (mikolets) para moverse por esta ciudad.
Desde aquí he querido informarme además que opciones tenía para navegar por el río Mahakan  y para quedarme en algunas comunidades de "casas flotantes" ya que todos los días sale un barco (Kapal Biasa) desde el embarcadero de Samarinda y recorre buena parte de este enorme río (casi 1.000kms.) deteniéndose en las orillas de muchos pueblos y aldeas.
Samarinda es una ciudad muy ruidosa y sucia, con amplias calles, predominando enormes mezquitas, entre ellas la del Centro Islámico, casi a orillas del río, que al atardecer se refleja en el agua ofreciendo una extraordinaria perspectiva desde cualquier punto de la sucia avenida que bordea esta parte de la ciudad. Hay excelentes restaurantes donde preparan muy bueno platos. Se encontrarán por el olor y la cantidad de gente esperando para llevarse la comida a casa. Los precios sin embargo son muy económicos. Algunos puestos de comida (warrung) situados en la ribera del río es el lugar ideal para observar el ocaso y oír los cantilenas de los muecines que llaman a la oración desde la megafonía de las mezquitas cercanas. El río Mahakan divide a la ciudad en dos y baja muy sucio hasta su desembocadura. El centro de la ciudad se encuentra en la margen oriental del río –o parte antigua-, y la otra, en el extremo occidental, más moderna, se le denomina distrito Samarinda Seberang. 
A primera hora de la mañana del siguiente día me dirigí en Ojek (de la Cía. GO-JEK) a la  Terminal Lempake que se encuentra a casi 9kms. del centro (19.000Rp.), donde salen las guaguas dirección N., que al igual que me sucedió en Makassar, me pidieron desde el hostal por teléfono. Muchos indonesios tienen en sus celulares una aplicación que les permite pedir un Ojek (moto-taxi) tan solo poniendo puntos de salida y llegada. Los precios son mucho más justos que lo que piden los Ojeks callejeros. Incluso llegando a ser casi el 50% más barato. Y sin tener que regatear precio. Desde el 2010, y hoy día en más de 50 ciudades importantes de Indonesia, se ha convertido en un proveedor de servicios de transporte diligente de personas y mercancías en una aplicación telefónica fácilmente instalable en el celular. Incluso se puede observar en la pantalla el recorrido del motorista, que en menos de 2 o 3 minutos llega al punto de citación.
De Samarinda Sangatta (4h., incluida la media hora del desayuno del chófer, y de los pasajeros) la hice en una guagua pequeña e incómoda. La noche anterior había llamado por teléfono a Mr. Supiani (6281346348803 ), el coordinador del Parque Nacional Kutai, un tipo que maneja desde hace muchos años todo lo relacionado con las visitas tanto de turistas como de investigadores, para avisarle de mi llegada. Habla inglés y mueve todos los contactos para facilitar la llegada al Parque, que se encuentra en Kabo Jaya a más de  10kms. de Sangatta.
Una vez llegado a la Terminal de guaguas tenía que trasladarme hasta la orilla del río  Sangatta para coger una canoa a motor y remontar hasta Prevab Mentoko, donde se encuentran las cabañas de los rangers (Camp Kakap).
Así pues, con un poco de paciencia sólo era cuestión de esperar que algún angkor me llevara hasta el río a un precio razonable, ya que al ser un "bule" se aprovechan y piden unos precios exageradamente altos. Aunque estemos en época no turística.
Tras regatear las 100.000Rp. que un tipo me pidió al principio, acordamos que por  40.000Rp. me llevara (con parada en un supermercado para comprar provisiones) hasta el embarcadero. En el campamento no sirven comida. Sólo alojamiento. Como solo iba a pasar a una o dos noches, según lo difícil que se hicieran los paseos por el interior del parque, compré fideos indonesios que solo requiere agua hervida, algo de fruta, agua embotellada y galletas.
En el embarcadero me esperaba un muchacho con una canoa a motor (ketketing) que me llevaría remontando el río (10min.) hasta el campamento.
Los precios que pagan los "bules" son exageradamente altos para lo que realmente pagan los locales por visitar este Parque Nacional:
Transporte en Canoa: 150.000 Rp. por trayecto.
Entrada al Parque: 150.000 Rp. (los locales sólo 5.000Rp.)
Noche en Cabaña: 150.000 Rp.
Paseo 2h. con ranger por la mañana: 150.000 Rp.
Paseo 2h. con ranger por la tarde: 150.000 Rp.
Paseo Nocturno para ver tarántulas: 150.000 Rp.
El Campamento se compone de varias habitaciones, baño y cocina para los visitantes. Los guías, que en este caso se presentó Pak Udín, un veterano en este lugar, llevan su propia comida. A los visitantes se les ofrece agua purificada de garrafa, agua hervida para hacer fideos, café, té y la posibilidad de usar la cocina de gas en caso de llevar otros alimentos para cocinar.
Al llegar cerca de las tres de la tarde aprovechamos para hacer una primera incursión por unos senderos bien delimitados intentando localizar algunos de los Orangutanes que por ahí habitan, no tardando mucho en verlos. Varios de estos simios se encontraban en las copas de algunos árboles tanto arrancando la corteza de las ramas para chupar el agua de su interior como alimentándose de frutos. Aunque se encuentran en total libertad de movimiento, no dejan de tener contacto con los humanos y pocas veces bajan a tierra a no ser que no les guste el entorno. Cada día hacen un nido nuevo a una decena de metros de altura para dormir. Incluso las crías suelen ayudar a asentar ramas. Los orangutanes generalmente tienden a ser solitarios en lugar de estar en grupos y las hembras estarán con sus hijos que formarán pareja para el apareamiento.
Continuamos por los siguientes senderos marcados con cintas de color en busca de otros animales pero muy pocos vimos u oímos. Si acaso algunos macacos grises, muy pocas aves, algunas mariposas negras e insectos. En esta ocasión, no hubo mucha suerte. Sin embargo, ha habido semanas que algunos visitantes no han visto durante días ni orangutanes!. No sé si porque las lluvias los han hecho moverse de lugar o porque no es época buena, pero muy pocas aves estoy viendo en las salidas que últimamente estoy haciendo por los bosques que he visitado tanto en  Sulawesi como en Kalimantan.
De regreso pudimos ver como cerca de nuestra cabaña otro orangután terminaba de preparar su nido. En la otra parte del campamento se encontraban hospedados unos estudiantes indonesios y varios investigadores europeos del Instituto de Investigación  controlando a estos simios, extremadamente inteligentes, para garantizar su supervivencia en este bosque tropical de 200 hectáreas que se está rehabilitando después de ser completamente quemado en 1.997.
Aquí están prosperando al igual que sucede en el Parque Nacional Tajung Puting,  al S. de  Kalimantan -como también en otros parques de Borneo-. Si tengo tiempo y consigo contactar con turistas que vayan a visitarlo compartiríamos gastos ya que, al tener obligatoriamente que alquilar un barco durante varios días, es uno de los lugares más caros para poderlos observar de cerca. Aunque de esta manera tampoco se elimina la gravedad del problema al que se enfrentan en este hábitat natural pues parece ser que siguen disminuyendo hasta el peligro de su total extinción.
Al inicio del siglo pasado los orangutanes se encontraban en todo el Sud-Este de Asia, principalmente en el S. de China, donde sus poblaciones probablemente eran cientos de miles. Desgraciadamente hoy día sólo se encuentran en Borneo Sumatra. La principal causa es la actividad humana: destrucción y fragmentación de los bosques húmedos tropicales, especialmente los bosques de tierras bajas, la tala legal o ilegal intensiva de los bosques para el establecimiento de plantaciones madereras y las plantaciones de palmas de aceite -por lo general mediante el fuego-, la conversión a tierras agrícolas, la minería, los asentamientos, la construcción de carreteras y el comercio ilegal de estos simios tanto como mascotas como para alimentar a una parte de la población.
En 2.009 la petrolera estatal Pertamina que cuenta con una concesión dentro del parque nacional derramó más de 660 toneladas de crudo dañando zonas de bosque virgen del parque nacional y del río Sangata, afectando a miles de animales endémicos amenazados.
El Parque Nacional Kutai se extiende por una superficie de 2.000 km2. Parte de la anterior Reserva de caza de Kutai ha estado protegida desde los años setenta, sin embargo, este estatus no impidió que se talara un tercio del bosque en los años posteriores ni la entrada de compañías mineras a explotarlo. En un intento de impedir aún más deforestación, se estableció como Parque Nacional en 1.982. Aun así, los execrables incendios provocados en Borneo en los años 1982/83 destruyeron grandes secciones del bosque y la constante aproximación de la gente a lo largo del límite oriental continúa reduciendo la superficie del parque. Aproximadamente sólo el 30% del bosque primigenio se conserva.
La cena la compartimos Udin y yo con luz eléctrica. Él puso arroz blanco que hizo en la cocina y yo los fideos. Galletas, café y reposo para el día siguiente estar preparado para nuevas sorpresas. La noche con el sonido envolvente del bosque es especial. Aunque no hay muchos mosquitos, es necesario ponerse protector por precaución para estar bajo la luz del bombillo leyendo. La apestosa colchoneta sobre el suelo está protegida con una mosquitera y al menos la sábana estaba limpia. El olor a humedad en estas casas es normal debido a la situación en que se encuentra entre tanta vegetación. Estamos por encima del 95% de humedad.
La mañana siguiente amaneció lloviendo. Durante varias horas no pudimos hacer nada, así que tras el aguacero le propuse a Udín pasear en canoa hasta el delta del río Sangatta  para observar los monos Proboscys (o monos narigudos), o Bekantan en indonesio, y las aves que por allí habitan. Era el plan que tenía para el último día pero en vista de que había poco movimiento y emociones en el parque, de esta manera quise aprovechar mejor el tiempo.
Llamó con su celular a un amigo suyo que dispone de una embarcación y nos trasladamos en su moto hasta el embarcadero que tiene bajo su casa. Por 400.000 Rp./2'5h. de navegación llegamos al delta y regresamos. Nos detuvimos en diversas ocasiones observando a los Proboscis saltando en las ramas de los árboles en la orilla del río. También macacos grises, un cocodrilo de pequeño tamaño tomando sol sobre un tronco, águilas pescadoras, algunos kingfishers (o Martines pescadores), hornbill (o Cálaos),  Garzas blancas y otras especies más. Aunque los motores que usan estas embarcaciones son muy escandalosos y alertan rápidamente de nuestra presencia, al menos el espectáculo estuvo garantizado en varias ocasiones.
Los Proboscis son extraños simios con una nariz puntiaguda de color entre rosado-anaranjado,   que viven solamente en esta isla. Quedan pocos ejemplares debido a la deforestación y ésta es una gran oportunidad para verlos de cerca en acción. Son muy huidizos y hay que acercarse prudentemente a la orilla para observarlos.
Los tipos de vegetación que se encuentran aquí son manglares, selva baja costera, bosques de árboles tropicales (dipterocarpácea), de brezales (o kerangas), Ulines, Meranti, Kapur y mixtos.
Por la tarde Udin me alcanzó en moto hasta la Terminal y nuevamente en carretera, otra guagua me llevó a Samarinda. Quería llegar a Tenggarong, una importante e histórica ciudad, y desde allí trasladarme al siguiente día hasta Kota Bangun para comenzar la travesía en barco (Kapala Biasa) por el río Mahakan, pero como llegamos anocheciendo y no salen más guaguas de las terminales, tuve que quedarme nuevamente en Samarinda.
Un tipo que venía conmigo en la guagua me pidió con su celular un moto-taxi (de GO-JEK), pero al igual que ocurre en otros países con la competencia que este tipo de compañías les hace a los chóferes no le permitieron recogerme por estar en la Terminal, porque justo en frente se encontraban los Ojeks esperando clientes que llevar. Así que tuve que pagar un poco más (25.000Rp.) de lo que me cobraba el de GO-JEK (19.000Rp.).

26/11/17

Naturaleza Viva en Sulawesi Norte

Tomohon también está situado alto, a más de 700mts., y se nota el aire más fresco. La tierra, de aspecto volcánico, la hace excelente para la agricultura, principalmente de frutas tropicales y flores. Es uno de los mejores lugares para comprobar la fuerza del llamado cinturón de fuego del Pacífico
Estamos rodeados de montañas y volcanes, casi inactivos. Como los mallorquines tenían reservada una habitación en el Resort Highland (> 350.000 Rp.) fuimos primeramente allí para dejarlos y continuar nosotros en busca de otro más económico, pero nos ofertaron a muy buen precio una habitación a cada uno (sin desayuno) que decidimos coger. No nos apetecía seguir buscando ya que llovía mucho y más cuando el precio nos pareció adecuado a lo que teníamos pensado pagar en otro lugar. Un excelente hotel de montaña con cabañas de madera, muy limpio, rodeado de un gran jardín con delicada vegetación, servicio de estudiantes en prácticas, tv y baño con agua caliente. Muy cerca del volcán Lokon
En el momento que paró la lluvia, de noche, aprovechamos el estonio y yo para salir en busca de algún lugar donde comer algo y acabamos bebiendo cerveza en un local frecuentado por gente joven (jajaja como nosotros!) y con buena música. El resort se encuentra a varios kilómetros y se puede ir a pie o en mikrolet (4.000Rp.). El centro de la ciudad, está aún más lejos y es fácilmente accesible con transporte público. 
La siguiente mañana la dedicamos a caminar hacia el volcán Lokon pero un error mío al no pedir a un chófer de mikrolet que nos llevara directamente justo al camino de subida, ya empezada la montaña, caminamos por una ruta equivocada y eso que preguntamos como unas diez veces y los paisanos nos confirmaban que ése era el camino correcto para subir (!). Gracias a que apareció un tipo con moto que nos ayudó a alcanzar el camino de entrada, que estaba a 500mts. de donde lo habíamos tomado nosotros, pudimos encontrar la entrada.  
El camino de subida es sencillo. Se hace a través de una vaguada y parte del mismo se anda sobre lenguas de lava, fragmentos sólidos (piroclastos) y fino picón negro que han corrido terreno abajo. Está lleno de llamativas bombas volcánicas producto de sus últimas explosiones. Las erupciones históricas han producido principalmente penachos de cenizas pequeñas a moderadas que ocasionalmente han dañado las tierras de cultivo y las viviendas.
Finalmente llegamos tras 3h. de marcha. Realmente son dos conos volcánicos gemelos el Lokon y el Empung, que se elevan a unos 800mts., a solo 2,2kms. de distancia sobre la llanura de Tondano, y se encuentran entre los volcanes más activos de Sulawesi
El Lokon, es el más antiguo y el más alto de los dos picos, y su parte superior es plana y sin cráter. El volcán más joven, el Empung, tiene un cráter de 400mts. de ancho y 15omts. de profundidad que entró en erupción por última vez en el s.XVIII. Todas las erupciones posteriores se originaron en el Tompaluan, un doble cráter de 150 x 250mts. de ancho situado en el lomo de los dos picos que está a un poco más de media montaña a casi a tres horas de empezar la caminata. 
El cráter, rodeado de vegetación, aún expulsa gases por diferentes oquedades y su interior no destaca por colores llamativos. El amarillo y blanco son los que resaltan sobre una tierra oscura de diferentes tonalidades.
Su última erupción fue en 2011 y sus residentes han sido evacuados en varias ocasiones. La ciudad está llena de carteles indicando las direcciones de escape en caso de peligro. 
La vuelta fue más sencilla y rápida que la subida (45min.), aprovechamos que pasaba por allí un mikrolet y nos dirigimos al centro de la ciudad a beber unas cervezas, pero son tan musulmanes que es bastante complicado encontrar un lugar donde las vendan. Al menos frías. Apenas se pudo hacer nada más porque la lluvia que duró toda la tarde cambió los planes.
El siguiente día Balderk y yo alquilamos dos scooter en buen estado por 150.000Rp., gasolina incluida, en el resort y dedicamos el día a visitar los alrededores, comenzando por el lago Linow, rodeado de vapores sulfurosos que expulsa flujos caliente de agua hacia el lago que tiñe de un intenso verdor , provocando que éste cambie de color según la hora del día debido a la enorme acidez del líquido elemento. Diversas zonas se encuentran salpicadas de intensas fumarolas y charcas de agua hirviendo.
Seguidamente seguimos la carretera hasta el lago Tondano, situado a unos 25kms. de Tomohon atravesando Leilem, Sonder, Kawangkoan donde destacan sus atractivas tartanas locales tirada por pequeños caballos, fértiles arrozales, grandes jardines, diversas plantaciones, aldeas con casitas de madera, algunos cementerios católicos tradicionales, y nos detuvimos para tomar unas cervezas en uno de los restaurantes flotantes obre el lago que crían los peces que serán servidos a sus clientes. 
El lago Tondano está rodeado de montañas de aprox. 700mts. de altura (Lembena, Kaweng, Tampusu y Masarang) y desde los miradores de los restaurantes se puede ver perfectamente el monte Kaweng, pero cuando no está nublado porque la lluvia volvió a aparecer nuevamente y perdimos esa estupenda vista. Aún así, no detuvo las ganas que teníamos de llegar hasta Airmadidi , a unos 15kms., donde se encuentran las tumbas megalíticas sobre el terreno "Warugas", en el poblado Woloan. Aquí están enterrados los antiguos pobladores minahasan
Se trata de una agrupación de sepulcros de toba volcánica rectangular o en forma de cubo, de diferentes tamaños, perfectamente alineadas sobre la tierra, ahuecados y tallados con cerramiento en forma de techo o piramidal con diversos diseños. Los cuerpos eran introducidos en su interior en posición de cuclillas, orientado hacia el norte, envuelto en una hoja de palma de abanico livingstona (Woka), con hachas, brazaletes o porcelanas. 
Los colonos holandeses, en 1.828 prohibieron su uso comenzando a utilizarse ataúdes de madera. Ahora las nuevas tumbas -de colores- de los habitantes prácticamente los rodean. Las diferentes confesiones católicas que luchan por ganar adeptos en toda esta parte de la isla han permitido a sus feligreses continuar con ciertas creencias animistas, aunque la fuerte presión en su momento determinó la pérdida de muchas tradiciones ancestrales.  
La vuelta a Tomohon bajo una fuerte lluvia por momentos la hicimos casi a final de la tarde. Recorrimos más de 100kms. en busca de aventura.. Si no fuera porque voy bastante ajustado de tiempo (no me gusta nada viajar así) me hubiera quedado algún día más. Bueno, como en todos los lugares que me he quedado. Esta parte de la isla es bastante interesante y hermosa en montañas, vegetación y plantaciones diversas.
Otro volcán que se puede acceder con facilidad es el monte Mahawu y recorrer a pie todo el contorno de 180mts. de ancho. En su interior hay un pequeño lago de aguas sulfurosas de 140mts. de profundidad. A los locales les encanta subir hasta los miradores y hacer mucho ruido. 
Si una visita inevitable son los Mercados tradicionales, aquí destaca uno muy particular: el Mercado Extremo (Pasar Ekstrim) que se encuentra junto al Mercado Beriman (Pasar Beriman), enclavados en la parte alta de la ciudad en una superficie total de 1,5 hectáreas. Una vista para los que verdaderamente tienen estómago duro y mucho atrevimiento, es el Pasar Ekstrim donde se expone una gran variedad de “carnes inusuales”: de perro, gatos, jabalíes, serpientes, murciélagos, monos, ratas del bosque ennegrecida porque ha sido ahumada, ranas, lagartos, pajaritos…, una diversidad de carne que no existen en los mercados normales. 
Los consumidores también pueden comprar animales vivos. Después de que se acuerda el precio, el animal se ejecuta en el acto. Lo peor se observar a los animales, entre ellos los perros, confinados en apestosas jaulas esperando su categórico final. Uno de los comerciantes me comentó que todos los días se suministran alrededor de 3 toneladas de diversos tipos de carne de diferentes regiones. Las serpientes pitones, por ejemplo, se importan de Gorontalo, Makassar o Tolitoli (Sulawesi Central).
El mercado extremo está dividido en dos partes: el lado Norte vende productos básicos, mientras que en el Sur se venden estas carnes “extremas”. Los quioscos y las tiendas rodean el mercado como también la cantidad de basura acumulada, como en la mayoría de los mercados habituales. El sábado es su día de mayor asistencia.
El distribuidor de carne es un residente local y los cazadores de animales suelen vivir fuera del área. Los animales son capturados de la manera tradicional, usando una trampa llamada dodeso. El precio de cada carne varía, por ejemplo las pitones generalmente tienen un precio de 60.000Rp./kg., mientras que los perros se suelen vender entre 250.000-450.000Rp.. Pasar Beriman es uno de los principales mercados para los residentes locales o de fuera de la región ya que además es conocido como un centro de muy buena calidad de verduras frescas.
Siguiendo la carretera de la costa Este hacia el  Norte de  Sulawesi y rodeando el monte Klabat (2.022mts.) llegé hasta mi siguiente destino, la Reserva Natural de Tangkoko Batuangus  (Tangkoko-Batuangus Dua Saudara), en Batu Putih un poblado de pescadores a algo más de una hora de transporte de Manado. Hay que hacer varios trasbordos que puede retrasar algo el viaje. Desde Tomohon, subí a una guagua, dos micros y una camioneta pickup (o picap). Total casi 3h. en carretera pero más esperando que se llenen los vehículos.  
En Batu Putih hay poco que hacer. El lugar es bonito, la gente también muy amable y los hostales donde ofrecen alojamiento cobran una media de 150.000Rp. por habitación con tres comidas y agua, café y té todo el día. 
Esta reserva natural cubre un área de 9.000 hectáreas e incluye tres montañas: el monte Tangkoko (1.109mts.), el monte Dua Saudara (1.361mts.) y el monte Batuangus  (450mts.), y valles con una variedad de árboles de madera dura y plantas endémicas.
Los momentos ideales para entrar en el parque son al amanecer y al anochecer para observar a los Tarsios, una especie muy singular de monos-ratas enanos, (o lo que sea...), con unos enormes ojos muy llamativos. El acceso cuesta 100.000Rp. al día, y hay que entrar con un guía o un guarda del parque (100.000Rp.) obligatoriamente. Aunque desde la playa se puede entrar sin que nadie se percate. O no. Pero no es igual. Sin guía es imposible saber dónde se encuentran estos raros primates. 
Desde la entrada, un camino bien definido recorre algunos kilómetros de selva paralelo a la playa. Varios senderos conducen hacia diferentes puntos donde se pueden observar una gran cantidad de mamíferos (primates como los Macacos sin colas negros, con cresta o los Tarseros, marsupiales como el Cuscus ursinos o los enanos, cerdos salvajes, murciélagos, ardillas enanas,), aves (Cálao bicorne o nudoso, el Cálao de Sulawesi  o el Talégalo Maleo), reptiles, anfibios endémicos y especies importantes de árboles del género Palaquium (produce látex), Cananga odorata (produce aceites odorosos) y  Dracontomelon DaoLa destrucción del hábitat y la caza ha representado desde hace muchos años serias amenazas para esta esta reserva por eso se intenta cuidar seriamente.
A pocos metros del primer desvío se encuentra un árbol donde habitan en su interior una familia de Tarseros (Tarsero Espectrum), comparado por otras civilizaciones como demonios o seres sobrenaturales. En peligro de extinción desde hace tiempo, ya solo quedan ejemplares en SulawesiBorneoFilipinas Sumatra. Son nocturnos, de pequeño tamaño (aprox. 13cms. sin contar la cola), enormes ojos que le permiten ver con claridad por la noche que es cuando más activos están, unas garras que parecen enormes patas de rata y un cuello que pueden girar 360°. Pueden llegar a vivir hasta 15 años. Una luz del guía nos alumbró sus rápidos saltos de rama en rama. 
Al anochecer, si no hay depredadores cerca, se alejan del árbol en busca de caza: insectos, pequeños reptiles e incluso algún pajarillo despistado. Normalmente pasan años viviendo en el mismo hueco del árbol y sólo lo abandonan si se sienten amenazados. 
Otro espectáculo son las tarántulas negrsa del tamaño de un puño que sale a cazar por la noche. También localizado por los guías nos la mostraron como parte del paseo. 
De vuelta, con un fuerte lluvia, pude comprobar de primera mano cómo diluvia en esta parte tan húmeda (95%) del país.  
A la mañana siguiente haría la siguiente incursión con las primeras luces a través de los enormes árboles, cuando los Macacos negros crestados bajan a comer los frutos del suelo. Otros llegan hasta la orilla de la playa a juguetear. Su amenaza más frustrante es la caza furtiva y la tala de árboles. En ocasiones no se ven en el parque porque huyen en busca de comida y tranquilidad y que en muchas ocasiones Batu Putih no es capaz de ofrecerles. Son habitantes muy ruidosos, como es norma en Indonesia. Y el sud-este de Asia, en general.  
Ya, en Manado, he comprado el pasaje de avión con Lion Air a  Balikpapan  (Kalimantan) en isla Borrneo  (1.360.000Rp., escala en Makassar) y desde allí comenzar el siguiente recorrido. Podía haber comprado uno a mitad de precio que va directo pero llegaría por la tarde y tendría que hacer noche para al día siguiente coger una guagua hasta Samarinda porque mi siguiente aventura será entrar en el Parque Nacional Kutai para poder ver de cerca los Orangutanes de Borneo. Me estoy quedando cerca del puerto, junto a uno de los mercados más animados de esta ciudad.
Desde aquí salen las embarcaciones a isla BunakenSiladen..., lugares donde se pueden hacer también buenas inmersiones. Pero estos últimos días están siendo muy oscuros como para apreciar la calidad de sus fondos.  
Aunque por momento el tráfico es infernal, esta parte de la ciudad no ha perdido su atractivo y para mí ni el enorme encanto de la zona del mercado. Situada en la bahía que lleva su nombre Manado está rodeado de exuberantes montañas, muchas de las cuales son volcanes activos como Manado Tua que se puede ver perfectamente desde la misma ciudad.
Aquí se nota cómo el norte de Sulawesi ha sido uno de los productores más ricos de  Indonesia por la producción de cococlavo nuez moscada junto a su riquezas naturales.

En un país predominantemente musulmán, en Manado destaca su población multiconfesional, muy orgullosos de ello y de la armonía que disfrutan. Conscientes de su reputación "amigable" el lema de su ciudad es "Torang samua Basudara" (todos somos una familia). Son de mayoría minahasa, aunque es imposible que se alejen de las influencias holandesa, portuguesa o española.
Hasta aquí el recorrido por Sulawesi. Esta isla es muy grande y se necesita varios meses para disfrutar con tranquilidad y tiempo de los mejores lugares. La lluvia me está impidiendo estos últimos días moverme así que momentos de relax y descanso, que me hace falta, y ordenar un poco las ideas para la segunda parte del viaje. Me ha quedado muchas cosas por ver y principalmente estar algunos días más en cada lugar que he visitado. El problema es el transporte y las carreteras que en muchas ocasiones están en mal estado. Pero, en general, puedo estar muy contento de esta primera experiencia del viaje. Sigo aprendiendo indonesio y la comunicación es lo suficientemente fluida como para poder entender lo que hablamos. Bueno, más o menos. 

25/11/17

Nadando entre Islas

Ir de Rantepao hacia el Norte de la isla es posible al menos con una sola compañía de guaguas, Bus Ketty, con vehículos bastante anticuados y poco confortables. En mi caso, algo se rompió del motor que nos detuvimos en dos ocasiones al poco de salir que nos demoró más cerca de tres horas en su arreglo. Esta línea de guagua llega hasta Palu, al Oeste de la isla (unos de los puertos utilizados por la cía. naviera Pelni para cruzar a la isla Kalimantan), y hace paradas en las ciudades importantes intermedias que haya contratado el pasajero (Bone Bone, Pendolo, PosoPalu). Hace poco más de diez años esta región estaba vedada a los turistas debido a los continuos enfrentamientos entre cristianos y musulmanes. Hoy día ni se habla del asunto. Todo está en paz.
Los diferentes paisajes conforman uno de los grandes atractivos de Sulawesi. La isla reúne la abundancia de su clima ecuatorial y las múltiples variaciones de relieve de sus numerosas zonas montañosas. La cima más alta culmina a 3.440mts.. Esta es una buena ocasión para recorrer y descubrir en transporte público paisajes de bosques entrecortados por valles, ríos, lagos y bellos decorados de arrozales sembrados de aldeas. Esta isla posee una biodiversidad excepcional. Su situación geográfica, entre dos zonas geoclimáticas muy diferentes, garantiza que tenga una ecología muy particular. 
Ya que mi propósito había sido llegar hasta Ampana,  debiendo hacer algún cambio de vehículos (más de 15h. en el mejor de los casos), para coger el ferri de las islas Togian quise detenerme en Tentena  (170.000Rp.), casi a mitad de camino, para descansar y de paso navegar por su enorme  lago Poso -el tercero más grande del país- y conocer un poco esta parte de la isla. 
Salimos de Rantepao a las 7:30, volvimos a descender hasta Palopo y nuevamente retomar la carretera dirección N. que se encuentra bastante deteriorada por el paso de tanto transporte pesado, con baches que hace la conducción muy lenta aunque los cambiantes paisajes entre las deslumbrantes montañas recargadas de vegetación, enormes árboles, llanuras, arrozales y ríos que para la época de lluvias que nos encontramos llevan poco agua, al menos entretiene bastante la vista y no hace tan pesado el trayecto. Ni si quiera la intermitente música que mal sonaba por los altavoces ayudaba a dormitar ni tampoco me pareció adecuado perderme las diferentes vistas que aparecían ante mis ojos a través de la ventana. La fría climatización ocasionaba que nos cubriéramos debidamente para no enfermar con tantas paradas que realizamos, subiendo y bajando, cambiando tan radicalmente de temperatura (19º en el interior - 32º en el exterior).
Tras 12h. de trayecto me dejaron muy cerca de la Terminal de guaguas de  Tentena  casi a las 8 de la noche, y lloviendo. Seguidamente pude montar en un Ojek y dirigirme al hotel Victory (150.000 Rp., desayuno incluido), a pocos metros del lago Poso. No está nada mal este hotel y sus empleados son muy atentos aportando un mapa hecho a mano con mucha información sobre lo que se puede hacer por los alrededores, incluso los horarios actualizados de los ferris que navegan por las islas Togian
Al siguiente día tras pasear por esta pequeña ciudad contraté junto a una pareja alemana una embarcación para navegar unas horas por el lago al atardecer, observar las formas de pescar de sus habitantes, las pequeñas aldeas que salpican sus orillas y darnos unos refrescantes baños en sus aguas.  

Una de las particularidades de Sulawesi es la de situarse en la confluencia de dos grandes zonas geoclimáticas muy diferentes, separadas por la célebre línea de Wallace, que lleva el nombre del naturalista inglés que las estudió: una, al oeste, se sitúa claramente en el conjunto asiático, mientras que la otra, al este, entronca manifiestamente con Australia. El resultado es una ecología muy peculiar, caracterizada por una fauna específica que, en ciertas ocasiones, no existe más que prácticamente aquí. Así, más de la mitad de los mamíferos autóctonos (actualmente, unos 100) son endémicos de la isla, como el búfalo enano del bosque (Anoa), el ciervo porcino (Barbirusa) y el mono enano (Tarsio), así como numerosas especies de aves y murciélagos frugívoras. Toda esta zona que estoy visitando posee una fauna y una flora en las que se mezclan diferentes especies, destacando las anguilas plateadas y amarillas (en temporada) y dos especies endémicas de peces. En el extremo meridional del lago se encuentra Pendolo, otra ciudad pero con poco encanto. 
Tentena hasta hace poco tenía unos de los mercados más populosos de la zona (Pasar Central) y como en todos los lugares las mañanas son mucho más activas con el pescado y la carne fresca como productos principales,  pero los comerciantes se estaban quejando que ha decaído mucho las ventas y ya no ganan lo suficiente para tantas horas que echan al trabajo. Se encuentra a varios kilómetros del centro de la ciudad y como viene siendo habitual, destacar que la ropa china lo inunda todo.
Como los alrededores de esta ciudad es bastante interesante había pensado alquilar una moto y recorrer varios lugares (un poblado balinés, la cascada Saluopa, la playa Siuri de arena en el lago y otros montes cercanos) pero, desayunando, una pareja de alemanes me comentó que habían contratado un taxi para ir directamente a Ampana (5h.) y en ese momento me pareció una buena oportunidad de viajar rápido evitando los cambios de guaguas y pérdida de horas esperando que se llenen, pudiendo llegar a durar el viaje más de 10h..  
Así pues, a las ocho en punto estábamos compartiendo coche y carretera. Ésta se dirige a Poso y luego hay que desviarse por otra hacia Ampana. La carretera se encuentra algo mejor pero en algunas zonas los corrimientos de tierra han deteriorado algunos tramos haciéndola bastante lenta. Pasamos diferentes aldeas y pueblos hasta llegar a la costa de esta región que ofrece increíbles paisajes de postal con hermosas playas de arena fina y blanca, aguas de color turquesa que encierran una vida subacuática extraordinaria para pescadores y buceadores. Como en la mayor parte de esta isla los grandes bosques han casi desaparecido, especialmente a causa de la agricultura intensiva, la creación de viviendas o la explotación minera.
 En Ampana nos hospedamos en el hotel Oasis, (160.000Rp.) muy cerca del muelle de atraque del ferri y otras embarcaciones que navegan a través de las islas Togian, haciendo paradas en las más importantes. Hay unas lanchas rápidas que salen dos veces al día hasta la isla Batu Daka, la más cercana y la más habitada, donde se encuentra la aldea Wakai, y desde allí se puede ir en pequeñas embarcaciones a los establecimientos turísticos con sus playitas particulares que se encuentran cerca o a otras algo más alejadas. Dos veces por semana (lunes y jueves) un ferri navega desde Wakai a Gorontalo directamente, y lo quería coger días más tarde para continuar mi ruta por el N. de Sualwesi.  
Para aprovechar esos determinados horarios de navegación y no pasar mucho tiempo entre islas decidí dirigirme directamente hasta isla Malenge, la penúltima parada que hace el ferri, pasar unos días allí y regresar nuevamente a Wakai para luego ir a isla Kadidiri, donde quería hacer unas inmersiones con el Resort Paradise por los corales cercanos que me habían comentado que son los mejores de la zona.  
Estas islas constituyen un archipiélago de diminutas islas en el golfo de Tomini, ligeramente al sur del Ecuador donde se encuentran algunos de los mejores arrecifes de coral de Indonesia. Algunos de sus hoteles viven del buceo y afortunadamente aún no se ha construido en ninguna isla nada que pueda hacer cambiar la naturaleza las mismas ni la sosegada vida en las pequeñas aldeas de pescadores asentadas sobre tierra y también sobre pilares en el mar. Tampoco hay cobertura telefónica y la mayoría de estas islas están prácticamente desiertas.
 Tras más de 8h. de tranquila navegación, siendo el centro de atención de todos los pasajeros locales, llegué anocheciendo a isla Malenge y desde su muelle, los chicos del Lestari Cottage donde me iba a hospedar (200.000-250.000 Rp., con 3 comidas) me llevaron con su canoa a la zona de la isla donde tienen ubicado su establecimiento. Llamativo fue la llegada cuando, alumbrando con una linterna para guiarse hasta el embarcadero, el plancton reflectaba una muy particular fluorescencia. El lugar es encantador. Dispone de unas pocas cabañas de madera frente a una playa de arena coralina blanca. La habitación en la que me he alojado estaba a unos 15-30mts. de la orilla, en gran parte dependiendo de las mareas, y no supone ningún problema para dormir, ya que el mar es extraordinariamente tranquilo en este lugar.
Muy cerca, atravesando una vereda de espesa vegetación, se encuentra una pequeña aldea de pescadores “Bajau” conectado por un puente de más de quinientos metros a otro poblado con casas flotantes justo frente al Lestari.
Los bajaus son también llamados gitanos del mar onómadas del mar. Son nómadas, cazadores-recolectores que pasan sus vidas sobre sus barcos. Pero alrededor de estas islas viven principalmente en casas flotantes sobre postes, y hasta hace poco eran auténticos nómadas que trasladaban sus barcos según las inclemencias climáticas o políticas. En este caso concreto hay una pasarela que une la parte del pueblo que hay en el islote con la aldea que hay en tierra firme.
La belleza del entorno es inigualable. No solo se puede hacer inmersiones con gafas y tubo (las formaciones coralinas son bonitas, pero pocos peces grandes), también se pueden hacer una serie de caminatas a través de su gran bosque ecuatorial que encierra una fauna y una flora extraordinaria. Incluso entrar en una extensa cueva de murciélagos donde habitan centenares de ellos. Momentos de tremenda emoción sentirse rodeado por el vuelo de estos pequeños mamíferos con cara de rata que apenas tienen visión. Algunas se chocaron en mi cuerpo. ¡Y muchas me cagaron encima! Al igual que le sucedió a John, un americano, y a Blanca, una española que también se estaban quedando en Lestari cuando hicimos juntos esa excursión nosotros solos, sin guía, con un trozo de papel mal dibujado indicando cómo se podía acceder hasta allí a través de estrechas veredas. Nos perdimos en varias ocasiones pero finalmente pudimos dar con la oculta cueva.  
Tuve que quedarme cuatro noches debido a los horarios del paso del ferri de vuelta, y hacer sólo una noche y dos días en la otra isla, Kadidiri, que al encontrarse cerca de Wakai de donde saldría el ferri grande que se dirige a Gorontalo, me facilitaría aprovechar mejor el tiempo.  
Desde Malenge a Wakai fueron tres horas de navegación bajo una ligera lluvia, y desde Wakai, una embarcación del Kadidiri Paradise Resort (> 275.000 Rp., con 3 comidas) me llevaría a su establecimiento en Isla Kadidiri, que me pareció el mejor hospedaje de esta isla. Comparte playa con otros dos, Black Marlin y Pondon Lestari, que también tienen buena pinta. Como tuvimos que esperar varias horas por la llegada de la embarcación rápida de Ampana para recoger a otros turistas perdí la opción de hacer unas inmersiones a medio día cerca del volcán Una Una, uno de los mejores fondos de Togian para ver hermosos corales y grandes peces. Así que dejé para el siguiente día las inmersiones y por la tarde junto a una pareja de franceses visitar el lago de las medusas (Lago Mariona). Algo inusual y muy llamativo!. Nadar entre varias especies de medusas, ser rozado y no sufrir quemaduras como sería lo normal!. Habitan en el lago interior de una isla desde tiempo pre-históricos y no han tenido rivales por lo que dejaron de desarrollar el veneno para defenderse.
El siguiente día amaneció lloviendo y con bastante viento, por lo que tuvimos que suspender la primera de las dos inmersiones que había contratado con el centro de inmersiones. A las 11 pudimos hacer la única que nos daría tiempo así que rápidamente nos dirigimos a unas bajas de coral que se encontraba a varias millas de la costa donde pudimos apreciar en una pared coralina que descendía hasta los 25mts. aunque no había nada extraordinario que ver, tan solo algunas Barracudas, varios Napoleones, una pareja de Sweetlips moteados de labio gordos escondidos entre las grietas del arrecife, un Grouper perteneciente a la familia de los Meros, un Trivallys de cola azul- también llamado Jurel gigante- y pequeños bancos de coloridos peces. Fue una lástima porque me hubiera gustado poder hacer otra inmersión y disfrutar varias horas de estos fondos marinos. Cuando regresamos al complejo solo dio tiempo de almorzar y salir rápidamente hacia Wakai para coger el ferri grande a Gorontalo. 
Esta vez sí encontré a un montón de bules juntos. Hasta el momento apenas si había visto tres o cuatro extranjeros paseando y ahora éramos unos quince desplazándonos hasta el N.. Unos se iban a quedar por Gorontalo, otros iban a Manado y mi grupo de cuatro (Enma y Cesar  de  España y Baldek de Letonia) iríamos a Tomohon para caminar por el cinturón de volcanes, entre los más activos del país, muy característico de esta zona. 
Como llegamos a las 4:30 de la mañana, con dos horas de antelación, nos dio la tranquilidad de saber que llegaríamos de día a nuestro destino, por lo que la lucha de precios con los intermediarios “busca-vidas” fue lenta e intensa en el puerto de atraque. Pudimos conseguir finalmente el trayecto hasta Tomohon por 1.000.000Rp. (pedían al principio millón y medio!), en un vehículo de 6 plazas, no muy incómodo, como si lo fueron la cantidad de horas (aprox. 12h.) que duró el trayecto, haciendo muy pocas paradas en comparación a cómo lo haría una guagua local. 
El interior de esta parte N. de la isla que estoy recorriendo es más bien desigual, y los  paisajes conforman uno de los grandes atractivos con enormes bosques ecuatoriales que, no obstante, encierran una fauna y una flora extraordinaria. La isla reúne la abundancia de su clima ecuatorial y las múltiples variaciones de relieve de sus numerosas zonas montañosas -la cima más alta culmina a 3.440mts.-. A causa de esta difícil geografía las poblaciones autóctonas han vivido prácticamente en independencia y se han desarrollado con muy poco contacto con la globalización aunque, con la construcción de nuevas carreteras, el choque cultural sigue siendo un hecho perjudicial. Lo que está claro es que ya nadie se salva de las relaciones con el exterior. Principalmente, lo chino!.